miércoles, 14 de diciembre de 2011

nº 63 SMPG14122011



Existe una obsesión por el cambio. Cambio a cualquier precio. Cambio de todo. Cambio de cualquier cosa. Y nadie tiene en cuenta que cuando promovemos cambios rara vez son para mejor, y casi nunca son como esperábamos. O cambia algo que no queríamos cambiar. Es tan iluso el aficionado al cambio como el que da grandes saltos en un laberinto con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos.

3 comentarios:

  1. En las letras de música pop la obsesión suele ser a la inversa: "no cambié", "yo soy así y nunca cambiaré", etc.

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  2. Comentario muy acertado. Obsérvese sin embargo el continuo cambio al que se somete a la música pop, para quedarse igual o peor. O los cambios de look de Alaska, sin ir más lejos. ELPOL.

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  3. Sic transit gloria mundi...


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