jueves, 1 de diciembre de 2011

nº 50 SMPG01122011


Desde que entró en vigor la prohibición de fumar en casi todas partes (hasta debajo del agua, por si acaso) los sitios ya no apestan a tabaco. Apestan a gente. Se han olido unos a otros y no les ha gustado. Ahora estamos a la espera de que prohiban la gente. El animal humano ya no soporta el olisquearse el culo mutuamente como hacen otros cánidos (hijos de perra). Para echar la meadica y decir "aquí estoy" o "estoy en celo" ahora tenemos el feisbuc.

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