Cualquier salvajada puede pasar inadvertida siempre que sea más cómodo mirar hacia otro lado para la mayoría. No hemos aprendido nada en todo el s.XX, y la prueba está en que las salvajadas económicas que se han perpetrado y se están perpetrando no parecen alterar al respetable. "Mientras no me quiten el fútbol ni el coche..."
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