viernes, 17 de febrero de 2012

nº 93 SMPG&MGC17022012



La eterna pregunta de la izquierda. Debe ser un consuelo ser de derechas por el mero hecho de estar seguro de la propia identidad. No sólo se reconocen a sí mismos sino que se reconocen entre ellos con una facilidad pasmosa, como si tuviesen un saludo o una señal secreta. Y no se quedan ahí, sino que son capaces de identificar a la izquierda de una ojeada. No es muy profundo, pero quizá la única respuesta es volver a la tautología: ser de izquierdas es no ser de derechas. (Si resucita Wittgenstein, por favor que alguien borre esto)

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